marzo 07, 2008

BAF Week

day.4

Pisándole el talón al ultimo día y a medida que avanzaba la tarde, el predio del BAF se colmaba de gente para ver los últimos tres desfiles de esa jornada, Maria Cher, Lacoste y A.Y.NOT.DEAD.



Con una paleta prácticamente monocromática, Maria Cher presentó una colección de cortes clásicos adaptados al día a día con algunas propuestas para la noche. Todo muy alejado del cuerpo, a veces hasta demasiado; camisas inmensas, pantalones que fácilmente podrían usarse para dormir y sustituir al jogging de entre casa y varios nudos de lazos se complementaban con los sombreros, botitas, bolsos y guantes que abrigaban a sus muñequitas de pasarela. Una colección con un poco de melancolía y esa cosa de antaño que a muchos nos provoca el frío. No de lo mejor, pero sí para tener en cuenta.



Lacoste fue hermoso. Emotivamente nos transportó a la campiña inglesa y presentó un catwalk lleno de hojas muertas. Ellos se presentaron con un look de leñador bien arreglado y las señoritas con ruedos de polleras súper cortas poniendo en juego sus rostros de niñas de buena familia. Una colección tranquila, no muy arriesgada (as usual) y con esa mordida de urbanidad que le da siempre el cocodrilo más famoso de la moda mundial.


A.Y.NOT.DEAD y (otra vez) una colección que intenta vanguardismo, esta vez buscando un grunge-chic del rock de los años '80, y termina decayendo en obviedades. No voy a ponerme tan filoso pues había un par de prendas para (intentar) rescatar; pocas, pero había. Camisas de colores lisos con botonera haciendo contraste, una, simples saquitos tejidos, dos, algunos pañuelos para el cuello, tres, y voilà, se terminó. Entender la clientela de la marca es importantísimo, pero descuidar la creatividad del diseño para hacer sólo prendas “suertudas”, utilizar colores, estampados, formas y cortes que tuvieron éxito y repetir, repetir, repetir, francamente, mejor sería dedicarse a otra cosa. Plumas, brillo, estampados estridentes, brillo, flecos, plataformones, brillo, vinilo, colores flúor, brillo. ¿Se entiende, no? Igualmente gracias a un intento de “vestidito negro” hecho de vinilo que le quitaba totalmente el glamour una de las prendas femeninas míticas por excelencia, me sacaron una sonrisa pícara.

No es mala vibra, sólo que no mola tanta repetición, tomar riesgos es bueno e intentarlo, mucho más.


Por Christian Abellán

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