BAF Week

day.5

Último día y ufff… no sabía si extrañaría todo ese alboroto de gente queriéndose mostrar o sólo salir a compras me reconfortaría.
A mi parecer el día contaba con no mucho más que mis totales expectativas por el cierre del BAF de la mano del maestro del negro y blanco, Pablo Ramírez. Estaba exaltado, desconcertado y ansioso, como niño en un parque de diversiones esperando subir a la montaña rusa más alta y… gracias, pues fue una total diversión.

Negro, blanco y gris; no necesitó ni un color más para demostrar que siendo básico y simple se juegan las mejores cartas. Una moldería impecable, terminaciones perfectas, variedad inmensa de géneros textiles, un maquillaje marcado y mucho espíritu del gaucho argentino, podría resumirse el GRAN cierre del Buenos Aires Fashion Week.
Luego de un mega final de alto nivel, como el que dio el Sr. Mariano Toledo en el pasado BAF Week, el misterioso Ramírez no quiso quedarse atrás demostrando cómo se hace para tomar de inspiración un tema y que una colección sea totalmente entendible, vendible y apetecible.



Bombachas gauchas, botas de montar, sombreros, pañuelos al cuello, fajas, pollerones y un caminar preciso y determinante sobre una pasarela elevada a pocos centímetros del suelo hizo poner piel de gallina a quienes pudimos presenciar el show.



Dio gusto y orgullo el saber que el verdadero talento argentino va por buen camino y se hace presente en los ojos del mundo desde las tijeras y los trazos de diseñadores de la talla de quien fue el encargado de cerrar el evento poniendo un mate sobre la pasarela porteña de moda, el BAF Week.



Por Christian Abellán